Así pues, Es fácil contar los ensayos e información que hay sobre este multicultural lugar de nuestro México y Puebla, por lo tanto esto nos habla sobre un sitio con mucho que estudiar, con increíbles tradiciones, gran cultura, historia y lamentablemente con un punto que parece borrarse del mapa de nuestro México.
En la época en que vivimos hemos (en nuestra gran mayoría) perdido la capacidad de asombro, esto nos lleva a dejar en el olvido muchos vestigios y preceptos de nuestra identidad cada vez mas “parchada” como mexicanos. ¿A cuántos verdaderamente nos interesa conocer nuestro país? En realidad no hay mucha iniciativa, puesto que la mentalidad discriminatoria no deja de hacerse presente en una evolución al pensamiento “pseudo elitista”, en esta globalización y camino a intereses más puros y definidos aunque validos desde un punto de vista crudo. Como internacionalistas, es por demás importante conocer nuestro país, los ¿Por qué? De nuestra vida actualmente, lo que tenemos (lo que tenemos verdaderamente) esto que se puede sacar adelante; como mexicanos, y más como seres humanos, ¿Qué dicen?
Se toma a Pahuatlán y a San Pablito no por un azar, mejor dicho, se retoma porque necesitamos rescatar esos lugares de México, con identidad, que son parte de nosotros, se retoma como un esfuerzo a la preservación cultural (otomí-Ñañhu y náhuatl), como una lucha ecológica cultural o al menos de conciencia con el papel amate (San Pablito principal productor) el cual está en vías de extinción, con la importancia del arte pahuatleco, como parte de nuestras raíces, así mismo por que se ha revisado documentación en los distintos medios de nuestro país que están encargados de velar y estudiar lo sucedido en cada uno de estos rincones culturales de México, desde el Gobierno Federal, el Estatal, al igual que instituciones de carácter más social como: CONACULTA, Pueblos Mágicos, Secretaria de Turismo, CNDH o mas especializadas como: INI (sin pagina web) , INALI y CDI, entre otras. Lamentablemente en algunas es inexistente y en otras es escasa.
Dentro de los trabajos más destacados que se han podido encontrar y dejando muy clara la decepción de la escases de estos, encontramos: Living Art, de Kering Gould; este tal vez sea el trabajo más completo sobre San Pablito y Pahuatlán, el cual entre sus capítulos es un grito “extranjero” desesperado por pedir un compromiso de México con su propia cultura, lo asombroso es que, sea un trabajo extranjero y no de investigadores mexicanos, en donde solo podemos citar algún estudio hecho por el INI hace aproximadamente 30 años, cuyo texto no está digitalizado y se encuentra en dicho instituto en el mejor de los casos. A estos, podemos sumarles el esfuerzo en páginas Web de gente comprometida con su lugar de origen, así como algunos blogs o vídeos de algún turista.
A todo esto, siendo nosotros un país “en vías de desarrollo”, con duopolios, con algunos de los hombres más ricos del mundo, con 100 millones de pobres, 14 millones de indígenas aproximadamente y con un índice poco alentador alfabetismo, ¿Cuál es nuestra proyección internacional?, ¿Cuánto influye la cultura de México en el mundo?, ¿Qué niveles de representatividad tiene?, ¿Cuánta migración más se necesita? Somos una paradoja, un ejemplo de ambigüedad extrema y seguimos sin hacer nada.
Por otra parte, la UNESCO reconoce como patrimonios a distintos lugares de México, en su mayoría centros históricos de las ciudades coloniales principales de nuestro país. Pueblos mágicos reconoce también la importancia de los lugares más hermosos y culturales del mismo, ambas instituciones promueven y dan información sobre estos sitios, sin embargo en ninguna está considerado este lugar, que necesita del apoyo para subsistir como cultura, como tradición y sobre todo como seres humanos. Es increíble, que en muchos de los casos pahuatlecos, sobre todo de san Pablito, la gente no tenga acceso a un libro para su educación debido a sus altos costos en relación a sus bajos ingresos, pero sobre todo es aun más increíble que el acceso o el camino para llegar a San Pablito, sea casi inaccesible, aunque en realidad esto es algo común en muchas de las comunidades marginadas en nuestro país.
Sobre la investigación, es claro que se llevará a niveles cualitativos, específicos de San Pablito y Pahuatlán, con apoyo de una pluma y una libreta que llamamos “amamachiotl”, así como de una cámara fotográfica y de video, un traductor otomí y náhuatl. Sin dejar de lado a las personas que encabezaremos esta labor en las imponentes pendientes de San Pablito y su cultura como investigación de campo y bajo propios recursos.
La historia de este pueblo mágico y la disyunción que hay entre San Pablito Pahuatlán y Pahuatlán, haciendo una comparación de forma de vida entre ambos, así como estadística en niveles de educación y desigualdad con respecto a entidades más grandes y conocidas. Será uno de los más grandes retos que esta investigación afrontará, para esto, nos apoyaremos con los traductores en las múltiples entrevistas que realizaremos a modo de sondeo en nuestro estudio sociocultural, estas a la vez, muy cuidadas en el lenguaje para precisar obtener dato duro que nos ayude en este rescate cultural.
Es así como teniendo este preámbulo y estas referencias (tantos históricas como culturales), emprenderemos el viaje a la sierra norte de Puebla con colindancias hidalguenses, el día 1 de abril, volviendo la noche del domingo 3 del mismo mes en el presente año; esperando obtener los resultados esperados y cumplir los objetivos tácitos presentados en este colaboración por preservar una de las culturas más puras de nuestro país y de todo América.
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